El Ictus supone del 3% al 4% del gasto sanitario total en España y en Europa, la mayoría del mismo generado en la fase aguda hospitalaria, fase de rehabilitación y apoyos sociosanitarios con un coste medio de 27.711 euros al año. La fase aguda del Ictus cuenta con una homogenización que comparten los distintos servicios de salud de las diferentes Comunidades Autónomas, gracias a las guías de práctica clínica y protocolos coordinados de actuación en la fase de activación, en los que interviene los diferentes niveles asistenciales: urgencias, atención primaria, neurología, cuidados intensivos etc. Sin embargo, una vez superada la fase aguda, los protocolos se adaptan a los recursos y no al revés lo que conlleva un grado de indefinición y de heterogeneidad basada en las infraestructuras con las que se cuentan pese a que, al igual que en las fases anteriores, los criterios de los especialistas son claros e igualmente basados en protocolos de evidencia clínica. El objetivo es proporcionar a los profesionales un documento de consulta con resumen de los criterios de toma de decisiones.

Dirigido a: Directivos y profesionales sanitarios y sociales.