San Valentín en Grupo Casaverde: cuidamos con el corazón
En Grupo Casaverde, el amor se vive y se siente de muchas formas. Nuestros centros no solo son espacios de cuidado y recuperación, sino también testigos de hermosas historias de amor. Parejas que se conocieron aquí y comenzaron un nuevo camino juntas, matrimonios que han ingresado al mismo tiempo para apoyarse mutuamente en cada paso y vínculos que, más allá del romanticismo, reflejan el poder del amor en la salud y el bienestar.
Este San Valentín queremos rendir homenaje a todas esas historias que nos recuerdan que el amor es un gran motor de vida.
Leonor y Benjamín
Leonor ingresó al centro de neurorrehabilitación con baja moral y encontró en Benjamín un apoyo. Aunque al principio fueron amigos, con el tiempo su relación se fortaleció, especialmente cuando ambos atravesaron momentos difíciles. Tras superar juntos esas etapas, el cariño se convirtió en amor y Benjamín le pidió salir a Leonor. Ahora, sueñan con vivir juntos de manera independiente y, aunque se conocieron tarde, les habría encantado tener una hija llamada Lucía.
Leonor y Benjamín, Centro Casaverde de Madrid
Guillermo y Antonia
Guillermo, 90 años, y Mª Antonia, 92 años, llevan toda una vida juntos. Se conocen desde la infancia en Navalcarnero, Madrid y llevan 60 años de matrimonio. Su amor sigue intacto, siempre juntos en la residencia, cuidándose y apoyándose mutuamente cada día.
Guillermo y Antonia, Centro Casaverde La Asunción
Elena y Marcos
Elena y Marcos se conocieron en Casaverde Guardamar hace seis años y su amor surgió poco a poco. Marcos fue el primero en sentirse atraído y comenzó a cuidar de Elena, animándola y recordándole su medicación. Con el tiempo, conocieron a sus familias y consolidaron su relación. Hoy, son inseparables y se apoyan mutuamente en su día a día, demostrando que el amor en la residencia es posible.
Elena y Marcos, Centro Casaverde Guardamar
En Grupo Casaverde, somos testigos de que el amor no entiende de edad ni de barreras, y cada día vemos cómo este sentimiento sigue siendo un motor de vida. Porque el amor cuida, sana y acompaña, hoy y siempre.
