Conocemos a Estíbaliz González Catalina. Neuropsicóloga Hospital Casaverde Valladolid
¿QUIÉN ERES Y EN QUÉ CONSISTE TU TRABAJO?
Mi nombre es Estíbaliz y soy la Neuropsicóloga del Hospital de Neurorrehabilitación Casaverde Valladolid. Siempre que me presento a mis pacientes les hago la misma pregunta, ¿sabes qué es un neuropsicólogo? Y sus respuestas suelen ser similares “lo de psicólogo a secas sí, lo otro ni idea”. Ante lo cual suelo responder: “pues soy como una fisioterapeuta, pero del cerebro”. Pero ¿qué es realmente mi profesión y cómo he llegado a ella?
Mi formación como psicóloga comenzó en la Universidad de Salamanca realizando su Grado en Psicología con mención en Psicología Clínica y me habilité como sanitaria a través del Máster en Psicología General Sanitaria por la Universidad Europea de Madrid. Mi experiencia en neurorrehabilitación comenzó en el grado, durante las prácticas curriculares del mismo, y ya no pude desprenderme de esta disciplina. Es por ello por lo que durante esta formación decidí especializarme en neurorrehabilitación a través de cursos de formación continuada y del Experto en Neuropsicología Clínica avalado por la UDIMA. Desde entonces he trabajado en el ámbito de la rehabilitación con pacientes con enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, además de formar parte de proyectos europeos de investigación centrados en la mejora de la calidad de vida de estas personas.
Así pues, la figura de un neuropsicólogo es la encargada de evaluar y rehabilitar los procesos cognitivos y conductuales que surgen, principalmente, tras un daño cerebral, es decir, mi labor es saber qué capacidades mentales (memoria, atención, lenguaje, funciones ejecutivas…) están conservadas y alteradas en cada paciente, para así mejorar su calidad de vida. Estas funciones son esenciales porque son las que nos hacen personas, y las que nos permiten ser funcionales y llevar a cabo las actividades básicas de nuestra vida diaria.
¿POR QUÉ ELEGISTE TRABAJAR EN EL GRUPO CASAVERDE?
Elegí formar parte del Grupo Casaverde debido a su modelo basado en la intervención multidisciplinar: diferentes profesionales ponemos el foco de la intervención en la persona, y trabajamos de forma conjunta para lograr los objetivos individualizados de cada paciente. El poder trabajar de la mano de logopedas, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, entre otros muchos profesionales, es lo que nutre mi trabajo, mi formación y mi motivación día a día en el hospital.
¿QUÉ PATOLOGIAS SE ABORDAN DESDE EL ÁREA DE NEUROPSICOLOGÍA?
La neuropsicología puede abordar multitud de patologías, pues interviene en todo tipo de daños cerebrales adquiridos, en demencias y en trastornos del neurodesarrollo. Por ello, la heterogeneidad de los pacientes es muy amplia, pudiendo trabajar así desde con un niño con TDAH, hasta con un adulto con un ictus isquémico o con demencia vascular.
¿QUÉ PAPEL TIENE LA FAMILIA EN EL PROCESO REHABILITADOR?
La familia es un punto clave porque en muchas ocasiones son nuestra principal fuente de información acerca del paciente. Es muy común la presencia de afasias en donde los pacientes no nos pueden comunicar su historia de vida, o sus déficits, y la familia es la primera línea de información, son los que ven los cambios más sutiles.
Por otro lado, cuando se interviene debemos de tener en cuenta que las personas son seres biopsicosociales, por lo que su contexto va a influir en su rehabilitación directamente. Los familiares son los que pasan más tiempo con los pacientes, y con los que van a convivir tras un alta, por lo que es imprescindible hacerles partícipes de la rehabilitación, en ocasiones como coterapeutas, para que más tarde la adaptación a la vida real sea menos compleja de lo que ya va a ser en sí misma.
Por último, es muy importante que todos conozcan qué es la patología (lo que llamamos psicoeducación) y ofrecer estrategias para superar dificultades emocionales y conductuales, ya que, como previamente se ha dicho, no sólo el paciente es el que va a convivir con la enfermedad.
¿QUÉ ASPECTOS POSITIVOS DESTACARÍAS DE TODO EL TIEMPO DEDICADO AL CUIDADO DE LAS PERSONAS CON DAÑO NEUROLÓGICO?
Para mí dedicar tiempo a mis pacientes es saber que estoy dedicando tiempo a la mejora de su calidad de vida. Las primeras dos semanas de ingreso son las más duras para ellos, pero observar poco a poco que se van adaptando, y verlos felices por haber conseguido un pequeño logro, es lo que merece la pena. Es un trabajo muy vocacional, que requiere de muchas habilidades terapéuticas debido a que trabajamos con personas con alta vulnerabilidad, pero todo ese esfuerzo merece la pena cuando un día te dicen “estoy mejor”, o “he empezado a notar un poco la mano”, o simplemente cuando te dan las gracias por haberse sentido escuchados y poder verbalizar con total normalidad sus miedos o sus anhelos.
El daño neurológico te conecta con las necesidades más básicas de las personas: poder comer, poder hablar, poder ir al baño de forma independiente y poder dormir. Cuando alguno de estos objetivos es conseguido, el refuerzo positivo que genera en ellos mismos y en los profesionales es incalculable, y compensa, como antes he comentado, todo ese esfuerzo, haciendo pues que merezca la pena luchar por centros monográficos en los cuales se dé la atención multidisciplinar que todos los pacientes con daño neurológico se merecen.