Entrevista a Alicia Cano, psicóloga Centro Casaverde Guardamar
¿Por qué trabajar en una residencia?
Cuando terminé la carrera nunca me había imaginado que trabajaría en una residencia. La gerontología no me llamaba la atención. En realidad me quería dedicar a la población de adultos puesto que el área infantil tampoco me gustaba. Sin embargo, realicé unas prácticas en Casaverde Pilar de la Horadada y me enamoré de las personas mayores. Hay algunos momentos duros, pero todos los días aprendo algo y la ternura e inocencia de algunos compensa estos momentos.
¿Por qué es importante la psicología en residencias?
La psicología es importante en todas las etapas de la vida y también cuando nos hacemos mayores. No porque cumplamos años dejamos de sentir o nuestro cerebro deja de funcionar. A mí me gusta pensar que nunca es tarde para aprender aquello que no pudiste de joven por ciertas circunstancias de la vida. Muchos residentes están aprendiendo a leer, escribir, normas de ortografía, resolver problemas…Y ellos mismos se asombran de sus propias capacidades, se sienten satisfechos con su trabajo, mejora su estado de ánimo y autoestima.
¿Cuáles son las actividades que realiza un psicólogo en una residencia?
En psicogerontología se suele hacer uso de la estimulación cognitiva. Hay infinidad de cuadernos con ejercicios de memoria, cálculo, praxias o gnosias. Estas fichas son muy recomendables, pero en mi opinión también se pueden trabajar las áreas cognitivas de una manera más lúdica y significativa para ellos. Por ejemplo, si escuchan una canción y tienen que decir el autor o qué edad tenían cuando la escuchaban ya están trabajando la memoria y reminiscencia. Si hacemos un taller de galletas y calculamos las medidas de harina y azúcar, trabajamos el cálculo. Para mí como profesional es más importante realizar actividades que tengan significado para ellos, que estén relacionadas con su historia de vida y a la misma vez las disfruten.
¿Se puede innovar con las personas mayores?
Por su puesto. Hay una tendencia general en la sociedad a pensar que cuando nos hacemos mayores ya hemos llegado al máximo de nuestra vida y lo que nos queda es resignarnos y vivir una vida tranquila. En mi opinión, en tercera edad se pueden vivir nuevas experiencias y sus opiniones y preferencias importan. En mi caso desarrollo un taller de inteligencia emocional, algo que está muy de moda en los colegios, pero que también se puede aplicar en gerontología. Los residentes aprenden a identificar sus emociones, la de los demás, y a saber gestionarlas. Mejoramos el autoestima y autoconcepto, dos términos que no se relacionan con la tercera edad, pero que siguen siendo igual de importantes a todas las edades.
¿Por qué piensas que hay gente que no le gustan las residencias?
Es cierto que hay muchas personas que piensan en las residencias como los antiguos geriátricos en los que se tenía a los residentes todo el día viendo la televisión, sin relacionarse con nadie, solos y con un trato que deja mucho que desear. Sin embargo, las residencias han cambiado mucho y desde el Grupo Casaverde intentamos acercarnos más al residente, sus gustos y preferencias. Queremos que sientan esto como su casa y lo que más nos importa es que ellos se sientan a gusto. Si no nuestro trabajo no tiene sentido. Todo esto no sería posible sin la coordinación de todo el equipo que hay detrás: dirección, supervisión, trabajo social, fisioterapia, terapia ocupacional, médico, enfermería y todas las demás áreas, y por supuesto los más importantes, los auxiliares de enfermería.