LA NEURORREHABILITACIÓN EN TIEMPOS DE COVID-19
Desde principios de este año venimos hablando de la pandemia que nos ha cambiado la vida a todos: el COVID 19, ocasionada por el virus SARS-CoV-2 (coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave tipo 2). La Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció como una pandemia el 11 de marzo de 2020.
Actualmente, han registrado más de 44.9 millones de casos de la enfermedad en 221 países y territorios en el mundo, con más de 1.18 millones de muertes, más de 32.4 millones de casos de personas recuperadas y más de 10.6 millones de casos activos.
Todavía es pronto para conocer las consecuencias a largo plazo en nuestro organismo, pero en primeros estudios centrándose en el sistema cardiovascular, se han observado daños en el sistema neurológico. En los estudios disponibles hasta la actualidad, sobre la prevalencia de afectación a nivel neurológico, nos dan cifras de un 45-84% del total de los casos. Los daños neurológicos pueden ocasionar secundariamente la necesidad de una neurorrehabilitación para la recuperación de las secuelas producidas.
Por otra parte, los pacientes con secuelas tras un daño cerebral, como puede ser un ictus, un traumatismo craneoencefálico, tumor cerebral, etc., y posibles patologías de base que les acompañan de forma cronificada, como la diabetes, cardiopatías, enfermedades respiratorias, etc., tienen que protegerse para evitar contagios, cambiando su rutina en el proceso rehabilitador, modificando la manera de relacionarse con sus contactos sociales habituales, que por otra parte les ayudan y apoyan en el día a día a motivarse para conseguir sus objetivos.
Esta pandemia ha provocado cambios en nuestra manera de trabajar, teniendo que adaptarnos a las nuevas medidas de prevención y demostrar la capacidad de adaptación que podemos llegar a desarrollar en estas situaciones extremas. Hemos organizado las terapias necesarias y la forma de realizarlas desde las diferentes unidades (fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional y neuropsicología), siempre con el fin de continuar trabajando en la rehabilitación, sin freno alguno y con la visión siempre puesta en el objetivo final: su recuperación, mediante una rehabilitación precoz, intensiva, multidisciplinar para conseguir la mayor rehabilitación funcional y su pronta vuelta a casa. Es importante, hacer especial hincapié en la motivación, motor fundamental, donde hacemos partícipe a todo el personal del centro (auxiliares de enfermería, enfermería, medicina, especialistas, etc.) y por supuesto la familia, que, en estos momentos, entre visitas programadas presenciales, llamadas y videollamadas, ayudaran a transmitirle cercanía, cariño y apoyo.
Por eso, en nuestros centros, duplicamos esfuerzos, tanto en la rehabilitación y sus medidas, como en la cercanía, refuerzo y motivación del paciente en estos días que nos ha tocado vivir. No podemos suspender los trabajos de neurorrehablitación sino continuar las terapias adaptándolas a la nueva situación.
Vanessa Llorca Llinares
Coordinadora de equipo
Hospital Casaverde Alicante
Reportaje completo en: Diario Información