¿QUÉ ES LA ESPASTICIDAD?
La espasticidad es un trastorno caracterizado por la pérdida del equilibrio entre la contracción y la relajación de los músculos. Esto conlleva un estado de rigidez constante y de espasmos musculares involuntarios a raíz de estímulos mínimos, ya sean internos o externos.
Cada músculo tiene una cantidad normal de resistencia al movimiento. Los músculos que sufren de espasticidad están más rígidos cuando una persona está activa que cuando se encuentra en situación de reposo. Sin embargo, la carga de espasticidad cambia en función de la velocidad del movimiento. Es decir, al mover una articulación lentamente se nota menos resistencia que si la mueve rápidamente, a pesar de que la espasticidad muscular está siempre presente.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los grados más leves de espasticidad se presentan mediante una sensación de tirantez en los músculos. En niveles de gravedad mayores, se puede producir rigidez muscular, espasmos o movimientos bruscos del cuerpo. El principal inconveniente de la espasticidad es que provoca dolor o incomodidad e interferir en las actividades del día a día, siendo un obstáculo para caminar, sentarse e incluso dormir.
La espasticIdad produce sensación de pesadez y rigidez de las piernas y brazos, agarrotamiento de los músculos e incluso dificultad para caminar. Los síntomas principales son las flexiones o extensiones involuntarias y repentinas de alguna de las extremidades, tirones y espasmos musculares, dificultad para relajar el cuerpo, incapacidad para controlar movimientos involuntarios, y en general, dolor muscular y articular.
En el caso de la espasticidad en piernas, el problema afecta fundamentalmente a los cuádriceps, gemelos y aductores de la cadera. En cuanto a las extremidades superiores, la espasticidad tiene mayor incidencia en los músculos flexores de los dedos, muñeca, bíceps y hombro.
Causas de la rigidez muscular
La causa principal de la espasticidad es que se interrumpe el flujo normal de información-respuesta en el que el mensaje no llega al cerebro o este no elabora una respuesta eficiente. Por ello, es muy frecuente en los pacientes de esclerosis múltiple.
La espasticidad puede ser causada como consecuencia del daño cerebral causado por patologías como parálisis, traumatismo o falta de oxígeno. Es decir, procesos en los que el mensaje no llega al cerebro o que este no elabore una respuesta eficiente. Además, este trastorno puede aparecer cuando los daños se producen como consecuencia de lesiones medulares o accidentes vasculares.
La rigidez muscular puede estar causada por una diversidad de sustancias que estimulan el cerebro la médula espinal. Se puede producir por desgarros en las fibras musculares durante un entrenamiento, tensiones acumuladas, estrés o alimentación.
La espasticidad muscular también puede aparecer cuando se producen lesiones y daños significativos en las vías nerviosas involucradas en el control del movimiento y los grupos musculares.
¿Cuál es el tratamiento adecuado para la espasticidad?
Los síntomas de la espasticidad se intentan suavizar para prevenir patologías mayores como las contracturas o las malformaciones en los huesos. El abordaje de este problema debe ser multidisciplinar, combinando en la mayoría de los casos el tratamiento físico y farmacológico.
El tratamiento físico se dirige a reducir los síntomas de las espasticidad y debe ser supervisado por un especialista. Las actividades habituales de estiramiento muscular ayudan a mejorar la flexibilidad y reducir la tensión muscular. El empleo de contrastes de frío y calor o los ejercicios con peso son beneficiosos tanto para la flexibilidad como para el tono muscular.