LA AGENDA DE CENTRO DE DÍA: UNA HERRAMIENTA DE COMUNICACIÓN EFECTIVA
Uno de los factores más relevantes a tener en cuenta en el tratamiento integral del paciente geriátrico es, sin duda, la comunicación efectiva entre el centro y la familia. La razón que refuerza este hecho resulta bastante lógica: tanto la propia institución como los parientes cercanos de las personas que se atienden en ella constituyen la red de apoyo social y emocional del residente y por ello es necesaria una compenetración y un acercamiento cohesionado y coherente a las posibles problemáticas que pudieran surgir.
Por ello, desde Casaverde Guardamar, quisimos mejorar este aspecto tan crucial centrándonos en el perfil de residentes en los que el papel del núcleo familiar es tan fundamental (a nivel emocional y asistencial) como el de los propios profesionales sanitarios: los centros de día.
En este sentido cabe destacar que dicho grupo de residentes pasa gran parte del día en nuestras instalaciones, realizando todo tipo de terapias adaptadas a su perfil y capacidad y participando en las actividades y dinámicas organizadas por el equipo multidisciplinar. Sin embargo, al contrario que los pacientes con plaza residencial, éstos regresan a sus casas una vez cumplido el horario establecido. Por este motivo resulta clave mantener una continuidad entre las pautas, rutinas y actividades determinadas en el centro y las presentes en su hogar favoreciendo de esta manera la estabilidad de la persona y evitando, por consiguiente, errores y confusiones procedimentales innecesarias.
Así pues, con el fin de asegurar el cumplimiento de este objetivo, decidimos implantar la agenda de centro de día, una intuitiva herramienta donde los profesionales pueden hacer constar las incidencias acontecidas durante la jornada y que, además cuenta con dos espacios en los que tanto el personal sanitario como los familiares pueden añadir las observaciones que consideren oportunas.
Dicha agenda es cumplimentada diariamente por el personal del centro con el fin de hacer llegar al familiar toda la información necesaria sobre el estado del residente durante el día: alimentación, medicación, estado general del paciente etc.
En definitiva, gracias a esta sencilla iniciativa, se garantiza la retroalimentación, la comunicación diaria y la compenetración entre los principales agentes al cuidado de los residentes de centro de día facilitando, de este modo, la comprensión real del estado y necesidades de la persona así como una efectiva prevención de las posibles dificultades que pudieran acontecerse.