QUIERO SER INDEPENDIENTE
Son las 7:30 de la mañana, suena el despertador, te levantas, vas al baño, ducha rápida y te vistes. Después, preparas un café en la cocina mientras lees las noticias en tu Smartphone. Esta podría ser la rutina de muchos de nosotros y, la mayoría de las veces, no le damos la más mínima importancia, lo hacemos sin más.
Pero realmente, estas actividades, llamadas básicas de la vida diaria, son mucho más. Para poder realizarlas, es necesario estar orientado en tiempo y espacio, tener unas capacidades físicas concretas, tener la capacidad de secuenciación y planificación, que la memoria funcione de manera correcta para no olvidarnos de realizar algo o de no hacer lo mismo varias veces y tener un entorno adaptado a nuestras capacidades, entre otras.
Estas competencias necesarias para realizar estas actividades básicas, a los que la mayoría de población no le da importancia, suelen estar afectadas, en mayor o menor medida, en pacientes con daño cerebral adquirido.
Cuando se empieza un proceso de rehabilitación integral tras un daño cerebral, la mayoría de pacientes no son independientes en dichas actividades y, para la gran mayoría, son una prioridad en su tratamiento ya que, como comentan, no pueden hacer las cosas por sí mismos y sienten que han perdido hasta su intimidad.
Desde la Terapia Ocupacional, incluida dentro de un tratamiento rehabilitador multidisciplinar donde se incluye la fisioterapia, la neuropsicología y la logopedia, se fomenta dicha independencia y vuelta a la rutina anterior. Se trabajan los diferentes aspectos deteriorados mediante el trabajo en sala, empleando diferentes técnicas de neurorrehabilitación con el fin de intentar recuperar lo perdido y compensar los déficits instaurados. Por otro lado, se realiza el trabajo de reeducación de las actividades de la vida diaria, trabajando en el contexto real, con el fin de conseguir una mejor generalización por parte de los pacientes.
Día a día vemos como la motivación de nuestros pacientes aumenta cuando consiguen ponerse una camiseta o lavarse la cabeza por primera vez después del daño cerebral, te demuestra lo importante que es para ellos, en estos momentos, el poder realizar estas actividades a las que antes no le daban importancia.
Es por ello que, como Terapeutas Ocupacionales, tenemos la responsabilidad de trabajar e incidir sobre el desempeño de las actividades básicas de la vida diaria de nuestros pacientes con el fin de que puedan ver aumentada su independencia para poder así recuperar, en medida de lo posible, su intimidad y dignidad. Debemos destacar igualmente la importancia del entorno familiar, ya que ellos son, con la ayuda y guía profesional, los que van a fomentar el mantenimiento de las habilidades conseguidas una vez que el paciente regrese a casa. Y debemos hacerles ver la importancia de no sobreproteger a sus familiares a su vuelta a casa, ya que, si lo hiciesen, perderían parte de lo adquirido y así disminuiría su independencia.
Por lo tanto, debemos trabajar de una manera exhaustiva con el paciente, apoyándonos en los familiares, con el fin de recuperar un máximo de capacidades funcionales para que nuestros pacientes puedan regresar a sus domicilios, siendo lo más independientes posible, recuperando así sus vidas.
Vanessa Carrión Téllez
Terapeuta ocupacional del Hospital Casaverde Mutxamel