La mejora de la calidad de vida de las personas mayores con dependencia
La esperanza de vida, por primera vez en la historia, ofrece a las personas la oportunidad de vivir hasta más de los setenta años con una calidad de vida generalmente excepcional.
Con ello, no solo las personas en edad avanzada ven abierta una nueva puerta hacia otra etapa más de sus vidas, si no que la sociedad puede disfrutar de todo lo que estas personas aportan a través de sus conocimientos y de sus acciones. Sin embargo, esperanza de vida no es siempre sinónimo de calidad de vida, y la primera sin la segunda, puede suponer un grave problema para las personas mayores y para sus familias.
Las personas dependientes
El envejecimiento, por el simple hecho de lo que supone, lleva de la mano el deterioro de numerosas capacidades físicas y mentales que pueden ir desarrollándose a lo largo de los años de una manera más o menos intensa. Esa intensidad puede provocar que la persona se convierta en dependiente.
Una persona dependiente es alguien que necesita de cuidados y atenciones de forma más o menos continuada, o cuyas actividades básicas o instrumentales dependen de ayudas materiales tales como sillas de ruedas, camas articuladas etc. Existen cuatro tipos de dependencia que pueden afectar a los individuos longevos: Dependencia física, psíquica, sensorial y mixta.
En la actualidad, y con el aumento de la población envejecida, la situación de la dependencia es una realidad innegable que afecta sobre todo a personas mayores. Como seres sociales nos afecta y nos obliga a tomar medias que optimice la calidad de vida de este colectivo para que su libertad de acción pueda mantenerse el máximo tiempo posible. En este sentido, podemos hacernos la siguiente cuestión:
¿Qué podemos hacer para mejorar la calidad de vida de las personas con dependencia?
Mantener la autonomía
Aunque exista un grado de dependencia en la salud de la persona, es importante potenciar actividades que mantengan su autonomía y que potencien además, el aprendizaje de sencillas acciones que puedan aumentarla. Para ello, el cuidador debe animar y motivar a la persona y no dejarle caer en la idea de que ‘’a estas alturas no se puede cambiar nada’’. Para facilitar conductas independientes, se debe acondicionar el entorno de la persona mayor eliminando obstáculos innecesarios que le puedan poner en riesgo y que puedan dificultarle la libertad de acción. Con la terapia ocupacional además, las capacidades motoras y psicológicas pueden aumentarse y con ello, incrementar la calidad de vida del usuario y del cuidador.
Mantener el vínculo con el entorno
Dependiendo del grado de dependencia, conservar las relaciones con el ambiente social del individuo puede resultar muy complicado. Sin embargo, es imprescindible evitar el aislamiento. Con la ayuda de las nuevas tecnologías los cuidadores pueden mantenerles activos en su entorno, ayudarles a participar en determinados actos y a relacionarse con su grupo familiar, sus amistades, la red local o el barrio.
Incentivar su desarrollo personal
Como en el caso anterior, según el tipo de dependencia que padezca la persona mayor, se puede favorecer el desarrollo intelectual del mismo. Si se trata de una incapacidad física, el cuidador puede ayudarle a potenciar sus conocimientos a través de la lectura, de la realización de cursos a través de las nuevas tecnologías (tablets, teléfonos móviles, ordenadores…) o del comienzo de unos nuevos estudios.
En Grupo Casaverde nos involucramos y preocupamos por el cuidado de nuestros residentes día a día. Gracias a nuestro gran equipo de profesionales, proporcionamos los mejores cuidados para las personas dependientes atendiendo todas sus necesidades. Los centros sociosanitarios para mayores cuentan además con atención para los familiares, ofreciendo apoyo y orientación sobre las situaciones de dependencia. De este modo, las familias también pueden ayudar a mejorar el bienestar de los pacientes tanto si les visitan en el centro y para aquellos que residen en sus domicilios.
Mantener el cuidado del aspecto físico
El aspecto físico es un tema que tiende a dejarse de lado cuando existen otras prioridades en el cuidado de personas con dependencia. Sin embargo, es necesario para la autoestima del individuo mantener su apariencia física. El aseo diario, el uso de perfumes, el cuidado del cabello y de la ropa puede favorecer el ánimo y hacerles sentirse atractivos y cuidados.